El sistema fiscal uruguayo está basado en el principio de la fuente; por lo que asume potestad tributaria respecto de las actividades, ingresos o bienes derivados de fuentes ubicadas dentro de los límites del territorio uruguayo, cualquiera sea su nacionalidad, domicilio o residencia de los sujetos pasivos del tributo.

Fiscalidad Personas Físicas

Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF): grava las rentas derivadas del capital y las rentas derivadas del trabajo de fuente uruguaya, así como ciertas rentas de capital de fuente extranjera, obtenidas por personas físicas residentes fiscales uruguayas. Son residentes fiscales en Uruguay quienes (i) permanecen en territorio nacional por más de 183 días durante el año, o (ii) tienen aquí la base principal de sus actividades o de sus intereses (ejemplo, cuando la familia –cónyuge e hijos– está radicada en Uruguay).

Impuesto al Patrimonio (IP): es un impuesto anual que grava los bienes y derechos situados, colocados o utilizados económicamente en el país de las personas físicas, núcleos familiares y sucesiones indivisas al 31 de diciembre de cada año.

Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales (ITP): grava la transmisión de los derechos de propiedad inmobiliaria a una tasa del 4% pagadero por el comprador y el vendedor a una tasa del 2% cada uno sobre el valor catastral actualizado

Fiscalidad Personas No Residentes

Impuesto a la Renta de los No Residentes (IRNR): están alcanzados las personas físicas y otras entidades no residentes por las rentas obtenidas de fuente uruguaya, de cualquier naturaleza que provengan de actividades empresariales y asimiladas, rendimientos del trabajo, rendimientos del capital, incrementos patrimoniales, obtenidas en Uruguay, que no actúen en el país por medio de un establecimiento permanente.

Impuesto al Patrimonio (IP): el no residente está exento de este impuesto; excepto si tiene patrimonio localizado en Uruguay, para el cual aplican las mismas tasas de las personas residentes.

Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales (ITP): grava la transmisión de los derechos de propiedad inmobiliaria a una tasa del 4% pagadero por el comprador y el vendedor a una tasa del 2% cada uno sobre el valor catastral actualizado.

Fiscalidad Personas Jurídicas

Impuesto a la Renta de Actividades Económicas (IRAE): son contribuyentes las sociedades anónimas, de responsabilidad limitada y los fideicomisos (excepto los de garantía) siempre que verifiquen el hecho generador, es decir que obtengan rentas de fuente uruguaya. El tipo fijo de tributación para estas rentas se sitúa en el 25%.

Impuesto al Patrimonio (IP): son sujetos pasivos quienes poseen bienes y derechos situados, colocados o utilizados económicamente en territorio nacional, deducido el pasivo admitido. Se tributa al tipo impositivo del 1,5%

Impuesto al Valor Agregado (IVA): aquellas sociedades que realicen actividades comprendidas por IRAE, gravando la circulación interna de bienes, la prestación de servicios dentro del territorio nacional, la introducción de bienes al país y por la agregación de valor originada en la construcción realizada sobre inmuebles. Existen dos tipos de IVA, la Tasa Mínima (TM) situada en el 10% y la Tasa Básica (TB) situada en el 22%.

Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales (ITP): grava la transmisión de los derechos de propiedad inmobiliaria a una tasa del 4% pagadero por el comprador y el vendedor a una tasa del 2% cada uno sobre el valor catastral actualizado.

Impuesto de Control de la Sociedades Anónimas (ICOSA): Las SA están gravadas con este impuesto fijo que se aplica en la constitución de la sociedad a la tasa del 1,5% y al cierre del ejercicio a una tasa del 0,75%. Se realiza un anticipo fijo durante el ejercicio de aproximadamente unos USD 50 (importe que varía anualmente y se publica en la página de la Dirección General Impositiva). También cabe destacar que el importe pago por ICOSA es deducible en el importe a pagar por Impuesto al Patrimonio.

Características de los Principales Tipos de Sociedades Uruguayas

La mayoría de las entidades comerciales que operan en Uruguay están organizadas como sociedades anónimas (SA) o sucursales de empresas extranjeras. Algunas empresas pequeñas adoptan la forma de sociedades de responsabilidad limitada (SRL).

Sociedades de Responsabilidad Limitada Uruguayas

Las sociedades mercantiles de responsabilidad limitada se pueden constituir con al menos dos socios fundadores. Tienen un límite máximo de 50 socios; si se superara este límite se debe transformar en una SA.

No existen límites, mínimos ni máximos, de capital.

El órgano de administración en las SRL se designa mediante nombramiento en el contrato social que debe inscribirse en el Registro de Comercio. Siembre que haya un cambio de administrador deberá hacerse este trámite. Además también hay que hacer las comunicaciones pertinentes a las autoridades fiscales.

Sociedades Anónimas Uruguayas

Las sociedades anónimas se pueden constituir con al menos dos socios fundadores.

No existen límites, mínimos ni máximos, de capital. La única regla que aplica es que al menos el 25% del capital autorizado esté integrado y haber suscrito el resto del capital, hasta llegar al 50% del monto autorizado. Los aportes deberán efectuarse mediante depósito en una cuenta bancaria a nombre de la sociedad.

Tienen obligación de realizar, al menos, una vez al año, una Asamblea Ordinaria de Accionistas para aprobar el resultado del ejercicio y la gestión del directorio.

En las sociedades anónimas, el órgano de administración se nombra mediante una Declaratoria en el Registro de Comercio atendiendo a la Ley 17.904 donde se declara quién o quiénes componen el directorio de la sociedad. Una vez hecho el registro se debe comunicar a las autoridades fiscales.