Desde la introducción de cambios legislativos significativos en Portugal, en especial los 2014 (reforma del Código IRC con la implementación del "worldwide participation exemption" y el Patent Box, se ha registrado un aumento en el interés por parte de los inversores extranjeros por esta jurisdicción.
Estos cambios llevan a Portugal a ser considerado como una plataforma natural europea muy competitiva para entrar en mercados africanos, asiáticos, latinoamericanos y europeos.
Además de estos cambios, el mecanismo de la "Golden Visa" y el estatuto del Residente No Habitual han contribuido al incremento de inversiones extranjeras. Portugal presenta varios puntos positivos que permite al país estar en una posición muy favorable para fomentar las inversiones para estos continentes a través de regímenes fiscales competitivos en relación a otras jurisdicciones europeas y desde el punto de vista cultural, debido a las relaciones históricas que tiene con algunos de estos países, como Brasil y Angola.